El 23 de Diciembre de 2001, en la cuidad de Miami, Florida, se hizo itá de la comida que se le dio a Babaluaiyé para el agbán colectivo que se llevó a cabo el dia 21. El itá se hizo en casa del alagba Babalorisha Abelardo Hernández, Oshún Funké.

Testigos:
Abelardo Hernandez, Oló Oshún
Carlos “Machito” Breso, Oní Shangó
Antonio Pena, Oní Shangó
Carlos Breso Jr., Oló Obatalá
Nelson Hernandez, Oní Yemojá
Manuel Medero, Omó Elegbá
Luis Gonzalez, OníYemojá
Lazaro Ramos, Oló Oshún
Lazaro Pedro Alfaro, Oní Shangó
Miguel “Willie” Ramos, Oní Shangó
Roberto Abreu, Oní Shangó
Jeffrey Gonzalez, Oló Obatalá
Luis Blanco
Hector Pelaes, Oní Yemojá
Jose Esquia, Oló Oshún
Gilberto Lopez, Omó Elegbá
Jakie Ben, Oló Oshún
Flor Decker, Oní Yemojá
Ana Alfaro, Oní Shangó
Ileana Zambrano, Oló Obatalá
Cacha Sanchez, Oló Oshún
Torciana “La China” Helleo, Oló Oshún
Cristina Miguez-Hernandez, Omó Elegbá

El Obá Oriaté que se sentó en la estera a manejar el oraculo fue Roque Duarte, Tinibú, mejor conocido como “el Jimagüa.” Ernesto Pichardo se sentó de intermidiario, en representación del colectivo, ya que el sacrificio se le hizo al Babaluaiyé de la Iglesia Lukumí.

Elegbá/Afrá

Coco: Alafia

Odu: 9-8 Arún (9-5) elese Araorún (9-5)

Refrán: Después de frita la manteca vamos a ver los chicharrones que se recogen.

Jimagüa pregunta: Quien puede más, el agua o el fuego? No existe ningún elemento que apague completamente al fuego cuando este coge fuerza.

Abebé iná. Elegbá está diciendo que era necesario que el fuego llegara y lo hiciera todo cenizas para que de esas cenizas surgiera una nueva prosperidad. Este odu es como el ave Fénix de la mitología greco-romana quien resucita de las cenizas. A veces es necesario que las cosas se desbaraten o destrullan y se hagan cenizas para que surja algo bueno. Todo lo malo que esta sucediendo, tendra un nuevo y buen resurgimiento.

El odu habla de enfermedades producidas por las ciencias espirituales, por Araorún. Habla de trastornos mentales, la falta de control emocional que todos estamos viviendo. Todos hemos sido afectados por los acontecimientos del 11 de septiembre, la guerra en el Medio Oriente, y la amenaza terrorista de manera que han dado lugar a padecimientos nerviosos y afectos psicologicos. El odu abarca esto ya que es un odu que habla de problemas nerviosos y mentales.

Los mayores en general; padres, padrinos, hermanos, jefes de familia, deben evitar contariedades con sus menores. Los mayores no deben tener choques con los menores que pueden ocasionar desbarates, ya que en este odu los menores se le enfrentan a los mayores y los resultados pueden ser desvastadores. Un mayor puede perecer por una lucha con un menor.

No se puede ser impulsivo. Hay que mantener la cordura.

Alagbá Abelardo Hernandez habló de la posibilidad de darle una carnera a Egún basado en la mecanica de este odu. Obá Willie Ramos recordó que no obstante a la mecaníca costumaria del odu, el osobo no venía a traves de Egún sino a traves de Araorún, dos cosas completamente diferentes. Ramos hizo incapié de que lo que pudiera estar creando conflicto son los iwín—las almas que vagan; espiritus de personas que murieron solos y desamparados o se suicidaron, entidades tipicamente abandonadas ya que nadie se acuerda de atenderles.

Se pregunto si habia que dar una carnera a Araorún, y la respuesta fue negativa.

Luego de esto, se le preguntó a Elegbá si era a los iwín a quienes había que atender y este respondio afirmativamente, y marcó que cada cual le pusiera el siguiente adimú a los iwín:

Dentro de una palangana se echán viandas de todos tipos (sancochadas sin sal ni sazón). Encima se ponen tres arenques, una raspadura, dulces de todos tipos, caramelos variados, azúcar prieta, harina de maíz cruda, bolas de gofio con miel, y todo tipo de dulce u otras cosas que agrade especialmente a los niños. Esta palangana se coloca detrás de la puerta de entrada a la casa y se le enciende tres velas.

Al dia siguiente, se da obí y se pregunta adonde se debe llevar. El lugar ideal, para aquellos que tengan patio en su casa, sería una esquina en el fondo del patio. Otro lugar ideal es el techo de la casa. Otros posibles lugares son tumbas abandonadas, un basurero, lugares solitarios, calles que sean la calle de acceso principal a una ciudad. No se pregunta ni iglesias, ni estaciones de policia, ni sitios publicos ya que estas entidades moran más bien en los parajes solitarios.

Tambien es aconsejable que el dia 31 de diciembre, luego de refrescar sus orishas, cada cual le ponga un adimú de coco y agua a Elegbá el cual debe esperar el año al pie del orisha. Al dia siguiente, preguntarle adonde se le envia. Elegbá nos va ayudar atravesar los caminos más escabrosos que podamos encontrar.

Obá Lazaro Ramos habló de la necesidad de atender a los iwín ya que la falta de atención a estas entidades a veces suele tener resultados caoticos.

Obá Roberto Abreú sugirió que se diesen baños y se lavara la casa con acelga.

Babaluaiyé

Coco: Etawó mejí

Odu: 6-9 Ikú (5-6) Otonowá (11-5) larishe (8) adimú (6-7) ñame (7-7) asado a Asojano (9-7)

Refrán: O es loco o se hace el loco.

El larishe para este osobo es ponerle un ñame asado con bastante manteca de corojo a Asojano. Luego se le pregunta al orisha adonde se debe llevar.

Asojano nos pide cordura, tranquilidad y equanimidad. La tranquilidad que nos podamos dar nosotros mismos. Como se insinúo en Elegbá, estamos viviendo todos sin cabeza ya que hemos sido afectados por los acontecimientos de los ultimos meses. Odu del zombi. No podemos dejarnos arrasar por las circumtancias que afectan al país ya que nos atormenta y trae inestabilidad a cada uno. No podemos estar atolondrados. Lo religioso que se ha hecho hasta ahora no es poco, sin embargo, tenemos que buscarle posición a nuestras cabezas. No podemos seguir haciendonos los locos o pensando como los locos. Los acontecimientos que afectan al país nos estan llevando al border de una locura.

Aquel que le deba algo a Asojano, tiene que ponerse al dia con él. Asojano dice que no se pueden hacer los locos con él y lo que le deban.

Este osobo—ikú otonowá— es un osobo neutro, sin dejar de ser osobo. Determina que el destino esta en manos de cada cual, como cada cual lo lleve y maneje. Es una muerte por manos del cielo: otonowá—aquello que fuimos al cielo a buscar. Por lo mismo, tenemos que evitar que por nuestras acciones seamos nosotros mismos los que salgamos a buscar esa muerte que anuncia el orisha; una muerte antes de tiempo.

Hay que tener organización, pero por encima de todo, tenemos que tener fé, mucha fé. Hay enemigos, personas que estan en total oposición a lo que estamos haciendo. Obara’sá es odu de traición y engaño. No podemos echar atrás lo que hemos emprendido aunque los enemigos traten de aplastarnos. Es menester que tengamos en mente mantener una fuerza moral ante cualquier desprecio que se nos pueda hacer, los cuales van a ser muchos. Hay muchos a los cuales no le conviene que logremos nuestra meta. Tenemos que armarnos de paciencia para enfrentarnos a estos enemigos.

Obá Willie Ramos habló de la necesidad de mantener la cordura y la union. Que el desacredito que habla el odu no pueda dar lugar a ninguna discordia que ponga en juego la prioridad maxíma del concilio, nuestra unificación como lideres religiosos.

Obá Manuel Mederos enfatizó lo siguiente:
Hemos logrado algo que nunca se habia logrado y es que dentro de esta locura que todos estamos viviendo, nos hemos unido. Tenemos que tener cordura y cabeza, y estar por encima de cualquier criterio maligno que puedan tener en contra nuestra y en contra de esta unificación que hemos logrado. Somos una cadena, que si uno de sus eslabones se debilita, se puede romper. Por lo cual tenemos que mantenernos unidos.

La locura tiene que estar afuera, no en nosotros. Tenemos que tener principios y saber que lo que nosotros hagamos hoy es la herencia que le vamos a dejar a nuestros hijos, nietos, y ahijados para el dia de mañana. Si hacemos o permitimos algo malo, le dejaremos de herencia eso malo; pero si hacemos y pernitimos lo bueno, eso bueno es lo que le dejaremos. No podemos hacernos los locos.

Obá Willie Ramos hizo hincapié sobre lo que se había conversedo en el itá y enfatizó que la conversación de los orishas era lo que se había hablado en ese momento y nada más. Desde el momento que se pregunto “eboada” y el orisha respondio que “si”, no debe haber más interpretación que lo que se ha dicho. Cualquier interpretación adicional no tomaría lugar sobre el dilogún para que el orisha pudiera acatarla al concluirse el itá. Por lo tanto, no quedó nada que no se haya hablado que el orisha haya querido decirnos.

Esta aclaración se hace como modo de recordarle a los que lean este documento en el futuro de que no traten de interpretar lo que los orishas no digeron ese dia. Si faltaba algo en la interpretación del odu hecha por Jimagüa y los Obá que se hallaban presentes, al preguntar “eboada,” el dilogún no hubiese cerrado hasta no llegar al punto que el orisha quería aclarar. Por lo tanto, lo que se dijo es lo que había que decir y nada más.

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