El nacimiento de una persona puede indicar su orisha tutelar sin necesidad de consultar al oráculo para definirlo. Es de suma importancia que el babalawo u oriaté que vaya a identificar el orisha tutelar de una persona pregunte acerca de las circunstancias del nacimiento de una persona antes de proceder a preguntar el orisha tutelar al oráculo. En muchas oportunidades se han cometido graves errores y han marcado un orisha con el oráculo que no es el indicado para la persona de acuerdo a su nacimiento. A veces esto puede traerle consecuencias nefastas al individuo.
El único orisha que siempre “está bien hecho” es Obatalá, y no importa cuales sean las circunstancias alrededor de la persona al nacer. También es necesario aclarar que Obatalá es el dueño de todas las cabezas ya que según la tradición y la creencia, es el orisha que moldea el feto dentro del vientre de la madre. Aunque se haya identificado el orisha tutelar de una persona, todo ceremonial se le debe hacer a través de Obatalá ya que este sigue siendo el orisha tutelar de la persona hasta el día de su iniciación.
Adicionalmente, Obatalá es el dueño de todos los defectos que puedan existir en el cuerpo humano, ya sean de nacimientos o adquiridos después. En el odu Ejiogbé mejí, donde se narra el mito de la creación del mundo y de los seres humanos, Obatalá, bajo los efectos de la bebida, creo seres defectuosos. Al día siguiente, cuando vio los resultados de su mal habito, juró proteger a todo ser defectuoso que el haya creado. Obatalá se convierte en el patrón de las personas con defectos físicos. Toda persona que tenga un defecto físico es automáticamente hijo o hija de Obatalá y no se le identifica el orisha tutelar a través del oráculo. Dado el caso que una persona tenga su orisha identificado y al cabo del tiempo adquiera algún defecto físico, ya sea en un accidente u otra forma, pasa a ser automáticamente hijo de Obatalá y cae bajo su protección. Incluso, hasta en el caso de una persona que sea iniciada y adquiera algún defecto físico, esta persona automáticamente pasa bajo la protección de Obatalá ya que se considera que ningún orisha acepta personas con defectos físicos.
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