google.com
Por Carlos Batista (AFP)

LA HABANA — Los babalawos (sacerdotes de Ifá) cubanos llamaron al diálogo, el respeto a las mayorías, las reformas, la renovación y la protección del medioambiente en Cuba y el mundo, para evitar un 2010 que a su juicio se anuncia preñado de cambios sociales rotundos, muertes de dirigentes, traición, usurpación de poder, rupturas y escaseces. Continue reading »

france24.com

HAVANA — Cuba’s high priests of the Afro-American Santeria religion announced their visions for 2010 Saturday, predicting big social changes and internal conflicts that should be handled with “sincere dialogue” and mutual respect. Continue reading »

nytimes.com
By THE ASSOCIATED PRESS

HAVANA (AP) — A panel of Afro-Cuban priests are predicting a year of social and political unrest, struggles for power, treachery and coups d’etat, and they say the world will see the death of an inordinate number of political leaders in 2010. Continue reading »

milenio.com

Los sacerdotes de la afrocubana Regla de Ocha o Santería dijeron que en 2010 el “aumento de la lucha por el poder” comparte espacio con la traición y usurpación de derechos en las altas esferas de gobiernos, así como con daños agropecuarios, mientras persiste el peligro de guerras e intervenciones militares. Continue reading »

cronica.com

Babalawos (sacerdotes de la afrocubana Regla de Ocha o Santería) vaticinaron hoy para Cuba y el resto del mundo hambruna, muertes de altos dirigentes, luchas por el poder y graves enfermedades. Continue reading »

noticias.terra.com.br
Isaac Ismar
Direto do Rio de Janeiro

Um grupo de adeptos do candomblé fez uma homenagem à Iemanjá nas areias de Copacabana por volta das 20h desta quinta-feira. A estátua do orixá, considerada como a rainha do mar por seus devotos, foi carregada na frente do cortejo, que passou pelo palco principal montando nas proximidades do Hotel Copacabana Palace. Continue reading »

uk.reuters.com
Dec 17, 2009
By Helen Popper

EL RINCON, Cuba (Reuters Life!) – Some dressed in sackcloth, a few crawling on their hands and knees, thousands of Cubans paid homage on Thursday to a Catholic saint who doubles as a powerful deity in the Afro-Cuban Santeria faith. Continue reading »

Original article

Obiní Batá is the only folkloric company on the island made up solely of women. They display their talent through singing, dancing, reciting and…what horror! Playing the hourglass-shaped batá drums! Continue reading »

Miguel W. Ramos, Obá Oriaté
Florida International University, Department of History
May, 2008

The discovery of iron by early human civilizations some 10,000 years ago permanently transformed humankind. Iron became fundamental in tool-making, but even more so in agriculture, with the invention of the plow. This new tool revolutionized agricultural production, and by extension human society, by exponentially multiplying the amount of food that people could produce. The technological advances that followed had a direct effect on human intellectual development by placing greater demands on the brain that allowed for the expansion of the existing knowledge base. Humanity crossed a major intersection. Continue reading »

Obá Oriaté Willie Ramos, Ilarí Obá
Miami, Florida
Traducido por Flor Rodríguez

Un incidente que involucra a sacerdotes y sacerdotisas lukumíes y yorubas tradicionales ha impactado a Miami recientemente. Al menos dos personas ya ordenadas en el sacerdocio lukumí, han sido reordenadas por un grupo de sacerdotes yorubas tradicionales que han estado causando situaciones lamentables y desestabilizadoras en esta ciudad.

Además del carácter controversial de las ceremonias, es insultante, que estos ritos hayan contado con la participación de olorishas lukumíes y de un apuón y babalawo lukumí que relativamente conocido en la comunidad desde su llegada de Cuba tres o cuatro años atrás.

En última instancia, aunque como sacerdote pueda tener mi opinión personal acerca del incidente, esta es una opinión que parece ser compartida por la mayoría de la comunidad Orisha en la ciudad y es poco lo que yo o cualquiera pueda hacer en este momento para revertir este proceso.

Claramente los participantes—los ordenados y los olorishas tradicionales Yorubas que realizaron la ordenación—tomaron una decisión y voy a respetar esa elección, aunque no necesariamente esté de acuerdo. Mi conflicto mayor, sin embargo, no es con ellos sino con lo que es claramente un proceso que posteriormente traerá consigo inestabilidad a ambas tradiciones religiosas. Lamentablemente, estos olorishas están socavando el bienestar de la Religión Orisha en África y en las Américas, con total indiferencia por las consecuencias de sus acciones a largo plazo. Esto también es su elección pero es una opción que muchos lukumíes en esta ciudad, al igual que quien escribe, no estamos dispuestos a aceptar tranquilamente porque en esencia ponen en cuestión nuestra ortodoxia y validez.

Como olorisha que durante años he realizado numerosas contribuciones a la expansión de la Religión Lukumí, y promovido la comprensión, la tolerancia y el respeto en una sociedad que no necesariamente nos acepta, me uno al creciente número de olorishas en Miami que condenan la burla vil y ofensiva hacia la Regla Lukumí y la despreciable falta de respeto a nuestros ancestros por parte de todos los participantes en estas ceremonias, pero más aún, de aquellos lukumíes que desempeñaron un papel activo en esta farsa. Insisto en que si no hubiera sido por nuestras progenitoras y precursores, los alagbás que echaron los cimientos de la Religión Lukumí y los orishas en Cuba así como en otras áreas del Nuevo Mundo; los sacerdotes y sacerdotisas yorubas no pudieran realizar sus funciones fuera de África con la facilidad que lo hacen en la actualidad.

Se reconozca o no, y pese a nuestras virtudes y defectos, nosotros, los lukumíes cubanos echamos los cimientos de esta región del Nuevo Mundo. Si por nada más, solamente por este hecho se nos debe el reconocimiento debido y más importante aún, el debido respeto.

Creo sinceramente que los olorishas lukumíes que participaron activamente en estas ordenaciones conscientemente se burlaron de nuestros ancestros lucumíes y de nuestra herencia religiosa. Su participación directa en estas iniciaciones es condenable, irresponsable, y por todos los medios imperdonable porque ellos perpetuaron un atentado directo e indignante para nosotros como comunidad religiosa. Sus acciones constituyen una deplorable transgresión en contra de nuestro legado religioso porque cuestionan y ponen en duda nuestra validez y ortodoxia como religión mundial en crecimiento. No estoy dispuesto a quedarme de brazos cruzados mientras un grupo equivocado y poco juicioso de gente malintencionada, hurgan en los fundamentos de nuestra comunidad, hacen caso omiso de su historia, destruyen su estabilidad, y cuestionan su legitimidad y validez, algo que ha tomado a los lukumíes y sus descendientes casi doscientos años llevar a cabo.

No podemos permitir que las semillas de la discordia y la inestabilidad broten entre nosotros—ya seamos lukumíes, tradicionales u otro de los varios grupos de la Diáspora que conservan este legado—porque en lugar de promover el entendimiento y la cooperación mutua, estas semillas sólo se convertirán en confusión, tensión e intolerancia. Lamentablemente, en lugar de buscar la unificación y la cooperación, estas iniciaciones sólo contribuirán al ulterior fraccionamiento de la religión Orisha en África y las Américas.

En consecuencia, esta falta de ética e irrespetuosa violación a nuestra ética religiosa no me ha dejado otra opción que sumarme sin reservas a las filas de los lukumíes que ofrecen el apoyo correspondiente a los críticos que piden la censura directa y la expulsión completa de nuestros rituales de aquellos sacerdotes que participaron en esta parodia impertinente y odiosa.

Si bien no podemos revocar su sacerdocio, ya que esta es una prerrogativa de Olodumare, sí podemos rechazarlos y negarnos a permitir que se puedan beneficiar en modo alguno de nuestros rituales y celebraciones.

Si nuestras prácticas no son lo suficientemente legítimas para que estos olorishas lukumies las defiendan y respeten, ¡entonces ellos no deben tener participación en ninguna ceremonia Lukumí!

No obstante, la pregunta sobre los efectos a largo plazo de estos eventos sigue sin respuesta. Al condenar a estas personas y cerrarles nuestras puertas no vamos a resolver los grandes problemas que tenemos a mano. Esto requiere un enfoque completamente diferente. Durante años, tanto otras personas como yo, hemos insistido en la necesidad de que la Diáspora y África nos sentemos a discutir nuestra posición religiosa y el futuro de nuestra tradición. En este punto, es imprescindible que lo hagamos antes de que estos y otros delitos despreciables provoquen una avalancha de controversias entre nuestros sacerdotes y sacerdotisas que solo harán más estragos y conducirán a una mayor confusión y divisionismo.

En nombre de la civilidad, hago un llamamiento para un congreso que cuente con la participación de representantes legítimos y reverentes de la nación Yoruba, Cuba, Estados Unidos, Brasil, Trinidad, y otras zonas de la Diáspora Orisha. Llamo a un encuentro de las mentes en el que todos puedan sentarse a la mesa y hablar de igual a igual, libres de condescendencia y arrogancia. Es crucial que patrocinemos un encuentro en el cual, abiertamente, enlacemos las vías como comunidad religiosa para lograr una conciencia común, un entendimiento mutuo, respeto a nuestras diferencias, y lo más importante, la unificación de un pueblo que adora a las mismas deidades aunque nuestros enfoques son diferentes.

Si no podemos respetar nuestra propia devoción, independientemente de nuestras diferencias rituales, entonces no podemos respetar, y de hecho no respetamos, a Olodumare y a los orishas.

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