De los Oriatés que se hallaban presentes, se sentó a hacer itá el mayor de todos, Roque “Jimagüa” Duarte, Tinibú. Por jerarquía de edad, Abelardo Hernández, Oshún Funké, el mayor Olorisha presente, se sentó a manipular ibo a nombre de la comunidad.

Se hallaban presente los siguientes Oriatés:

Armando García, Shangó Dina
Juan Carlos Cabrisas, Eshú Bí
Miguel “Willie” Ramos, Ilarí Obá
Nelson Hernández, Okán Yomí
Popi Cioffi, Ikudasí
Roberto Abreú, Obá Ikoró

Se hallaban presente los siguientes Oloshas:

Alajé Thomas, Fadesié
Alimayu Harris, Eshú Bí
Asabí Thomas, Agongolojú
Bárbara Iñigo, Ojú Oró
Cristina Hernández, Osikán
Darrick Griffin, Omí Saidé
David Hoft, Omí Lodé
Diana Domínguez, Aboyadé
Eduardo Freitas, Omosún
Francisco Crucet, Adé Lerí
Gladys González Quevedo, Odomikeyé
Ileana Zambrano, Ewín Letí
Jackie Ben, Oshún Funké
Joaquín Mederos, Shangó Larí
Jorge Castillo, Tinibú
Luis Delgado, Odurosinmí
María Álvarez, Lunwá
Marta Domínguez, Oyá Dina
Omaida García, Tinomí
Pablo Álvarez, Adé Funké
Raúl Piélago, Arabí
Rita Guerra, Okán Tomí
Roberto Berenger, Osha Inlé
Samuel Domínguez, Eshú Letí
Soledad Pino, Totalashé
Willy Zapata, Oshún Funké
Xiomara Guerra, Oshún Yemí

También agradecemos la presencia del Awó Orúnmilá Daniel Abreú, Ogundá’rosún.
Itá

Elegbá:

Obí: Alafía

Odú: 7-9 (Odí Osá) Iré elese Osha Yalé

Shangó:

Obí: Alafía

Odú: 7-7 (Odí mejí) ikú otonowá con el mundo

Larishé adimú a Yemojá opólopo asogí (frutas)

Luego, ebodá con nosotros con

Iré arikú koto yalé

Larishe un gallo negro a Ogún

Ebó:

Frutas a Yemojá para rogar por aquellos allegados que posiblemente se vean involucrados en la guerra que se avecina.

Limpiarse con un gallo negro o prieto y se le da a Ogún—luego se le pregunta la forma de proceder con el gallo, teniendo en cuenta la debida consideración al darle camino al ebó para no ofender la sensibilidad del resto de la población no-creyente de la ciudad.

Todo aquel que tenga su abuela materna muerta debe ofrecerle como mínimo una flor blanca a ese Egún.

Se debe usar una pluma de loro en la cabeza, sombrero o gorro.

Hay que poner una bandera blanca en el techo de la casa.

Atención a todo Egún de personas que se hayan amado o querido como familia.

Consejos de Elegbá:

Eboadá ke umbo—el buen ebó llega a su lugar.

Estira la sábana hasta donde alcance.

Estira las manos hasta donde te alcancen.

Lo que se fue, vuelve.

Odí’sá habla la fatiga física del cuerpo humano. Cada cual debe hacer hasta donde pueda y hasta donde alcance su fuerza, ya sea física o económica. Todo ser humano tiene diferentes ambiciones. El exceso, y el trabajar más de la cuenta para lograr estos excesos, es contra produciente, especialmente a la salud. Cada cual debe tratar de hacer hasta donde pueda y no forzarse, exigiéndole al cuerpo lo que este no puede dar, ya que el esfuerzo excesivo puede costarle la vida. Después de muerto, no podrá seguir proveyendo y sus dependientes sufrirán.

Elegbá nos da su bendición y su agradecimiento por lo que se está haciendo—iré elese Osha—y se compromete a implorar al cielo, pidiéndole misericordia para el mundo. Todo el que tenga deudas con Elegbá y/o cualquier orisha, debe ponerse al día lo antes posible.

Hay que atender mucho a Egún—espíritus familiares y familia de osha—y Araorún—espíritus en general.

Consejos de Shangó:

Hijo de bendición.

No se salga de sus costumbres.

Odí mejí dice que ikú está en el cielo pero que ikú viene. Arún está trabajando para que Ikú visite la tierra. Habla de guerra y advierte que hay que hacerle ebó a nuestros allegados que vayan a la guerra o se puedan ver involucrados en esta. Todo aquel que tenga un familiar, ser querido, o amigo que vaya a la guerra, debe rogarle con frutas a Yemojá para el bienestar de esta persona.

Shangó nos da su bendición y absuelve de ikú a nuestra comunidad, y especialmente a todo aquel que colaboró en esta ceremonia. Incluso, Shangó anuncia que él se compromete con nuestra comunidad, y nos devolverá la inversión que hemos hecho en esta ceremonia con creces. Según Tinibú, los orishas hacen promesas en dos odú: Obará Osá y Odí mejí. Aquellos que más necesiten serán premiados por Shangó.

Todo el que tenga su abuela materna muerta debe ponerle como mínimo una flor blanca a ese espíritu. Todo aquel que haya sido criado por una abuela que haya fallecido tiene que atender a ese Egún.

El odú advierte que todo aquel que tenga su madre viva la cuide y le evite disgustos. Las madres derramarán muchas lagrimas por sus hijos. Hay entre nosotros personas quienes posiblemente pierdan a sus madres en este año.

Todos los Oloshas alagbás—mayores que participaron de esté ebó y de este itá deben ir al medico. Hay que cuidar el corazón. El odu habla de problemas cardiovasculares, problemas con el sistema nervioso, y el sistema respiratorio. Cuidado con sustos, impresiones y catarros frecuentes.

Habla de los tres maleficios de Odí mejí—tres entidades que deleitan en hacer daño y asustar a las personas. Estos moran la calle de noche y son especialmente potentes a las 12 de la noche. Los Oloshas deben evitar estar en la calle a esta hora, y especialmente en el cambio de hora. Odú de ilusiones que se pierden por no tener cimientos o convicciones firmes.

Shangó le da las gracias a Roberto Berenger, Osha Inlé, por su cooperación para este evento. No hay necesidad de hacerle nada a la finca después del tambor ya que Shangó se lo agradecerá.

Consejos de algunos de los Oriatés presentes:

Armando García, Shangó Dina

Maferefún Olofín. Hay que rogarle mucho a Olofín e implorarle al cielo para que tenga misericordia. Hay que tener cuidado con los nervios y problemas del sistema nervioso; sustos e impresiones. Se va a comentar mucho de está ceremonia pero en nuestra conciencia está que todo ha quedado bien. Va haber conversación y chisme.

Roberto Abreú, Obá Ikoró

Hay que recordar que por un proceso con un menor, ya sea un niño(a) o un ahijado, se puede perder la vida. Hay que evitar discusiones con los menores. Recordar también que en este odú uno se acuesta rico y amanece pobre.

Popi Cioffi, Ikudasí

Tenemos que tener en cuenta que el odu habla de chisme y conversaciones; mal de fondo y crítica. Lo que se ha hablado en esté itá debe tenerse presente y respetarse, sin agregársele más de lo que se ha dicho. Nosotros mismos tenemos que cooperar para que esto que hemos hecho, que ha quedado tan lindo, no lo eche a perder nuestros detractores con su crítica destructiva.

Willie Ramos, Ilarí Obá

A pesar de cualquier crítica negativa o infundios que puedan levantar nuestros opositores, solo tenemos que mantener una sola cosa en cuenta: Elegbá nos ha dado “iré elese osha yalé” y Shangó nos ha dicho que somos “hijos de bendición.” ¿Qué más podemos pedir? ¡Todo lo demás es secundario, y por lo tanto no se le debe dar consideración alguna! Nuestra conciencia está limpia ya que hemos cumplido con nuestra religiosidad y la petición de los orishas. Lo demás no importa.

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